Con el paso de los años, la pérdida de elasticidad de la piel…
la exposición al sol, el cigarrillo, los factores genéticos, la gravedad, el efecto repetitivo de algunos rasgos de la expresión facial, a reabsorción de los huesos de la cara, especialmente los de la mandíbula y los pómulos, a que la piel se relaje y se torne flácida.
Esto crea un exceso de piel laxa y de grasa descolgada, que acentúa los pliegues y/o arrugas, perdiendo los ángulos del contorno facial y favoreciendo el descenso de la piel.
La ritidoplastia o lifting es un procedimiento quirúrgico dirigido a remover el exceso de tejidos flácidos y colgantes (como la papada), a levantar la posición de los músculos de la cara y del cuello, (dándole una apariencia juvenil a la piel al retirar los excesos), a suavizar las líneas de expresión como las de los surcos nasolabiales y a armonizar nuevamente los ángulos adecuados en la cara.
La doctora Alexandra Mora, médica Otorrinolaringóloga especializada en Cirugía Plástica Facial y Medicina Laser explica: “la ritidoplastia no mejorara los párpados, ni las cejas, ni la frente, ni las arrugas alrededor de los labios. Por esta razón, muchas veces se combina el estiramiento facial con otras cirugías o procedimientos no quirúrgicos para obtener resultados óptimos pero sobretodo naturales”.
Los estiramientos faciales se realizan en pacientes de 40 a 75 años de edad, incluso en personas que están en principios de los 80 años y que se encuentran excepcionalmente sanos. Según la especialista Mora, “se deben tener en cuenta factores importantes que influyen en el envejecimiento y que pueden presentarse tempranamente o tardíamente para determinar cuándo realizar o no un estiramiento facial, teniendo en cuenta las expectativas reales, el tiempo estimado de recuperación, los cuidados pre y post quirúrgicos y todas las dudas deben resolverse durante la consulta médica a nivel individual”.
Enlace completo en: https://focusmag.co/2016/10/tecnicas-que-ayudan-a-revertir-el-paso-del-tiempo/